Segunda ley biológica de la Nueva Medicina Germánica

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La segunda ley biológica o ley de las dos fases de los programas especiales biológicos sensatos fué redactada por Hamer así:

Ley Bifásica de todos los Programas Especiales con Sentido Biológicos de la Naturaleza (EBS), siempre que haya una solución de conflicto (CL). Toda enfermedad que conlleve una conflictolisis (CL) prevé además de la fase previa de conflicto activo (fase-ca), una fase postconflictolisis o de reparación (fase-pcl). Y toda fase-pcl, si no se interrumpe por una recaída de conflicto activo, tiene, una crisis epiléptica o epileptoide (C.E.) en el momento de vagotonía más profunda.

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Esta ley sólo expresa que los programas biológicos de los tejidos si se completan tienen dos fases, esto es importante saberlo porque hay síntomas de programas en fase-ca y otros son de programas en fase-pcl. La medicina oficial no relaciona esto y suele pensar que son enfermedades diferentes. Importante saber es que la segunda fase se inicia sólo “si hay solución de conflicto”, o sea: no siempre se da, pues si no hay solución de conflicto se perpetúa la fase-ca. También se añade que la fase-pcl se completará normalmente pero también sólo “si no se interrumpe por una recaída de conflicto”. La gente que estudia superficialmente esta medicina cae en errores como pensar que cuando se está en pcl ya está el conflicto resuelto y la persona curándose, cosa que no es así, hasta que la persona no termina el programa no podemos decir que esté “curada”, pues pueden aparecer recaídas de conflicto, una de las diferentes causas que hay de las conocidas como cronificaciones. En las creencias médicas actuales llamamos enfermedad a los síntomas si crean disarmonía en la persona, pero Hamer no habla propiamente de enfermedades ya que estos programas son la forma normal de funcionar, y también la posibilidad de recuperarse, que la naturaleza tiene para adaptarse a ciertos cambios en el entorno si producen DHS. Incluso a veces la disarmonía que crea en la persona es más mental que física, por el miedo a la etiqueta de cierta enfermedad o por las creencias de que ciertos síntomas son graves. En esta ley Hamer también denota que todo está regido por el sistema nervioso vegetativo. En la normotonía (sin programas en curso) por el día hay más activación del sistema nervioso simpático y por la noche del parasimpático (que son las dos polaridades de este sistema vegetativo). Pues bien, en un programa en curso ocurre que en la fase-ca hay preponderancia del simpático (habiendo menos horas de vagotonía) y en la pcl lo contrario, más preponderancia del parasimpático habiendo más horas de vagotonía. Hamer descubre que el parasimpático regula o posibilita los procesos de reparación en el cuerpo: es decir para curarse o reparar los desgastes ocurridos durante la simpaticotonía, hace falta una fase de vagotonía. En condiciones normales esto también es así: durante el día se desgasta el cuerpo con la actividad normal y durante la noche se reparan las células que se han inhabilitado con otras nuevas. Todo ello está comandado desde el cerebro y mediado por el sistema nervioso vegetativo. Las dos fases de los programas, independientemente de los síntomas que dependen del tejido o programa en sí y que se clasifican en la tercera ley biológica, existen también unos síntomas y signos propios de la simpaticotonía y de la vagotonía respectivamente. Conociendo esos síntomas y signos se puede identificar en qué fase del programa está la persona en un determinado momento. Los cambios bifásicos también se ven en psique y en cerebro (además de en el órgano). En la psique hay estrés en la fase activa, pensamientos en el DHS o en cosas relacionadas con el conflicto asociado, y en la fase de reparación desaparece este estrés y los pensamientos, estando la persona relajada. En el cerebro por su parte se ven cambios en la forma del foco de Hamer: en la fase activa hay solo un cambio electromagnético (los anillos concéntricos), que no sabemos si se asocian a algún cambio orgánico, pero es probable porque en la fase de reparación hay cambios reparativos que lo indican: con inflamación y posterior formación de cicatriz glial (esta cicatriz glial son las creídas neoplasias cerebrales o metástasis cerebrales en otros casos). Igualmente, en el órgano hay cambios inflamatorios en la fase de reparación. La inflamación no es una enfermedad, sino que es un sistema reparador de tejidos, ya sea por estar lesionados (por ejemplo, una herida), o para depurar tejidos que por estar en exceso (en el caso de los tumores que se forman en fase-ca: ver tercera ley) se necrosan y son depurados, o para reparar tejidos que están en defecto por estar necrosados o ulcerados (se ve también en tercera ley cuales son). Un signo propio de la inflamación que se produce si hace falta es la fiebre. Por todo lo anterior la fase-pcl suele ser la más sintomática, en la que la persona se encuentra más débil y en la que necesita cuidados y descanso. Por último, recordar las palabras de Hamer en cuanto a la solución del conflicto (conflictolisis): “LA SOLUCIÓN BIOLÓGICA DE UN CONFLICTO CON PROGRAMA EBS EN LOS TRES NIVELES NO ES UNA SOLUCIÓN PSÍQUICA, SINO JUSTAMENTE BIOLÓGICA”.
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