PRIMERA LEY BIOLOGICA DE LA NUEVA MEDICINA GERMANICA

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La primera Ley Biológica de la Naturaleza es la que define qué es el DHS, el conflicto biológico y la unidad psique-cerebro-órgano. Aunque ya hemos explicado, en el glosario, los conceptos de los que trata esta ley veamos como la redacta Hamer.

Primer criterio

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Todo programa especial, biológico y sensato (EBS) se origina por un síndrome de Dirk Hamer (DHS), lo que equivale a decir por un shock que es inesperado, agudo o dramático (para el individuo) y vivido con sentimiento de aislamiento. Que se produce al mismo tiempo, o casi al mismo, tiempo en los tres niveles: psíquico, cerebral y orgánico.

Segundo criterio

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El contenido del conflicto determina, en el instante del DHS, tanto la localización del programa EBS en el cerebro en forma de Foco de Hamer (FH), como la localización orgánica en forma de tumor, necrosis, úlcera o alteración funcional.

Tercer criterio

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El desarrollo del programa EBS es sincrónico en los tres niveles (psique-cerebro-órgano), desde el DHS hasta la solución del conflicto (= conflictolisis o CL) incluida la crisis epiléptica/ epileptoide (= CE) de la fase de reparación (= postconflictolisis o PCL) y el regreso a la normalidad (normotonía).

Aunque Hamer no le cambió el nombre (desafortunadamente a mi entender) esta ley no es sólo del cáncer, como el mismo explica, sino que sirve para todos los procesos o programas, para todas las enfermedades.

El conflicto biológico se debe definir de manera que se pueda aplicar a otros seres vivos (no solo el humano) y así evitamos definiciones de situaciones humanas no animales (propias de nuestra mente superior y nuestra vida cultural). Por ejemplo, podemos decir conflicto de inanición (en el caso del programa de parénquima hepático), pero no conflicto de haber perdido el trabajo. Esta última es sólo una situación que, en los humanos, puede hacer que se desencadene este conflicto (u otros).

El conflicto se llama “biológico” porque no se produce en lo que entendemos por psicología humana. Por eso prefiero hablar de psique biológica, que es la inferior, no consciente o animal. Cuando el autor explica esta ley comenta que puede desencadenarse un DHS por una discusión, específicamente por un insulto, y esto indica que, a través de nuestro lenguaje, íntimamente relacionado con nuestra mente racional superior, se pueden desencadenar DHSs. Lo cual no quiere decir que el programa se active en nuestra mente superior. Como dice el autor: “el hombre en realidad siente y percibe según reglas biológicas arcaicas”, es decir el programa está en nuestra biología animal: psique animal, cerebro y tejidos, que son inseparables en lo que a funcionamiento de estos programas se refiere.

Los conflictos no se dan por situaciones concretas, sino que ante ciertas situaciones en unas personas se activa un programa y en otras otros. Siguiendo el ejemplo anterior, la situación fue la pérdida del trabajo, y el programa el que cursa con conflicto de morirse de hambre. Sin embargo, otra persona podría haber activado un programa de pérdida del territorio, mientras que otra lo haría de no ser apto para alimentar a sus hijos. Yo creo que el que sea uno u otro “ámbito conceptual” depende por un lado del tipo mismo de situación y sus consecuencias, pero también de los conflictos previos que han marcado más a la persona en años anteriores incluso en su infancia, que le dejan cierta predisposición a volverlos a tener.

En una situación, pero sólo cuando coge a la persona de manera: inesperada, traumática, y “en soledad” (según nomenclatura de la primera ley), se producirá el DHS. Y también debemos conocer que con un DHS se puede activar uno “o más” programas biológicos.

La activación de estos programas no es buena ni mala, es como funciona nuestra biología, como dice el autor: “representa una posibilidad de recuperación que la naturaleza ofrece”, por eso Hamer habla también del “sentido biológico de los programas” pues estos cambios han sido diseñados por la natura con una utilidad o finalidad. Los programas, que no necesariamente dan lugar a lo que entendemos como “enfermedad”, cosa que solo depende de la “masa de conflicto”, aunque produzcan enfermedad son la única manera que tiene nuestra naturaleza de sanarse (en la siguiente entrega, segunda ley o ley de las dos fases, veremos que aunque la mayoría de las enfermedades son la clínica de los programas en su segunda fase, realmente cuando más graves podríamos estar es si la primera fase se hace demasiado larga siendo intenso su conflicto).

En esta primera ley Hamer habla de que se modifica la “personalidad”, y se refiere a que, cuando tenemos cierto conflicto o constelación de ellos, cambia nuestra forma de reaccionar ante situaciones y en el caso de los humanos empezamos a tener pensamientos encaminados a resolver a aquello que, inconscientemente (biológicamente), nos está afectando. Es decir: nuestra biología nos determina tanto física como psíquicamente. Así por ejemplo una persona con conflicto de autodevaluación y con balanza depresiva (que son dos situaciones debidas a nuestros DHSs previos, dos situaciones biológicas) tendrá pensamientos de frustración o desánimo “cosa que no depende de “su” psicología, pues cualquier persona, independientemente del entorno en que se haya educado, los tendría, ya que están determinados por nuestro funcionamiento cerebral biológico por el hecho de tener cierrtos programas activos.

Pero las leyes biológicas solo se comprenden completamente una vez que hemos aprendido el resto de la nueva medicina. Para entender la primera ley que no es más que una explicación de lo que siempre se cumple en relación al DHS, el conflicto, y la inseparabilidad psique cerebro y tejido (u órgano como dice Hamer), hará falta ver casos clínicos.

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