El conflicto de no saber, ahora, qué hacer

conflicto

Por los hechos que tenemos que vivir en esta crisis podremos pasar por problemas clínicos que creemos enfermedades. Para saber cómo superarlos voy a ir describiendo algunos de ellos con la Germánica Nueva Medicina (GH o Germanische Heilkunde). Se trata de ganar en sabiduría (conciencia) y mejorar nuestro poder personal con el conocimiento. La medicina ortodoxa sin embargo no puede ayudarnos, porque no conoce las causas y cómo evolucionan estos programas, que pueden incapacitarnos si no sabemos qué hacer.

En este artículo comentamos el programa de la corteza suprarrenal, una glándula para afrontar el estrés. Y en los posteriores otros temas que creo puede ser necesario conocer en estos tiempos por si nos ocurrieran. Intento también que se entienda “qué es un programa biológico y cómo funciona”, para que os animéis a estudiar este nuevo paradigma con el que conseguimos soberanía en salud.

DHS (shock biológico: inicio del programa)

Podemos pasar por circunstancias en las que nos demos cuenta de: o que lo que hicimos o teníamos, ahora ya no nos sirve, o que lo perdamos de repente y no sepamos qué hacer al encontrarnos como perdidos. Como sabemos en GH, el programa biológico (SBS) se activa por un shock biológico, que se da en psique y cuerpo, llamado por su descubridor “DHS” [1], para ello se tienen que cumplir unas premisas descritas en la primera Ley Biológica : vivir un hecho que nos supera en ese momento, que surge de forma inesperada (que nos coge sin estar preparados), que es dramático para nosotros (pues amenaza nuestra supervivencia) y se dice que lo vivimos en soledad, porque seamos incapaces de compartir ese sentimiento en ese momento.

Dicho programa modifica nuestro vehículo material, nuestra naturaleza, y tiene un sentido: ayudar a resolver el problema que la biología interpreta que existe, pues fueron diseñados por la naturaleza para situaciones de los animales en la naturaleza. En las circunstancias o eventos que suceden de este tipo o similares si se activa el programa de corteza suprarrenal decimos que ahora tenemos el “conflicto biológico” de «haber sido puesto “fuera del juego”, haber tomado el camino (ruta, dirección) equivocado, o haber “apostado por el caballo equivocado”». El conflicto biológico es solo una forma de describir, con nuestro lenguaje racional, un problema. Hamer describe, en este caso, la situación que da lugar al DHS. Otra forma de describir este tipo de problemas podría ser “quedar perdido y no saber ahora donde ir”. La necesidad biológica que se tiene que resolver es que la manada reencuentre al animal perdido. Al ser un tejido de mesodermo moderno entendemos su sentido biológico se ve cuando se resuelve la situación conflictual, al final del programa: pues en similares circunstancias, posteriormente, seremos “más aptos” para resolverlas.

[1] Síndrome de Dirk Hamer.

Fase del conflicto activo (también llamada fase activa).

La clínica de la primera fase de la “enfermedad” (fase con conflicto activo) se causa porque hay necrosis de la corteza suprarrenal: con reducción de la secreción de cortisol[1]. Y hay “fatigabilidad” que es progresiva: cada día nos cansamos ante menores esfuerzos. El organismo del individuo se ve frenado, tenemos la sensación de “estar encallados”. Los síntomas están diseñados, en la naturaleza para que el animal perdido se quede parado hasta que reaparezca su manada. En nosotros podría ser para tenernos que parar y no realizar acciones inútiles antes de que encontremos una solución a nuestro conflicto. El conflicto que se tiene que solucionar no es el conflicto biológico descrito en las tablas, sino la situación que estamos viviendo, nuestro conflicto existencial. En la naturaleza el animal espera y, o recupera una manada o con el tiempo morirá (selección natural). Pero nosotros tenemos más recursos que los animales.

La clínica de insuficiencia suprarrenal es fatigabilidad, hipotensión e hipoglucemia relativa, pero si la cosa se prolonga, habrá lenta pérdida de peso, bajada del sodio en sangre (hiponatremia) e hiperpotasemia (subida del potasio) y mayor hipoglucemia. Lo más relevante es que cada vez nos cansamos más con cualquier esfuerzo, y cada día hacemos menos cosas y nos acostamos antes en la cama por ello. He visto situaciones en las que la persona llegó a tener que estar en la cama 20 horas al día, y solo aguantaba hacer algunas cosas. Mientras no haya solución del conflicto vivencial, el animal espera parado, pero está en simpaticotonía (probablemente ansioso). En el animal el programa esté diseñado para no hacer nada, porque en ellos, o se resuelve en uno o pocos días, o si no el animal moriría. Sin embargo, en nosotros, el problema igual se alarga. Por tanto, conviene minimizar el conflicto (no agravarlo) y para eso tenemos la inteligencia, o capacidad de reaccionar ante situaciones nuevas. La fatigabilidad es solo física (tras el trabajo hay mucho cansancio), pero no tanto psíquica (pues hay simpaticotonía). Así que tenemos que hacer lo físico en las horas de menos cansancio: tras levantarnos y en cuanto nos cansemos descansar físicamente, tumbarse. Por la tarde podemos pensar, o leer o escribir pues el simpático nos lo permite.

Si no hacemos nada nos desanimaremos, y entonces caeremos en círculo vicioso. La creencia de “no poder hacer nada” se intensifica, y por tanto aumenta la intensidad de la fase-ca: y cada vez estaremos más cansados. Pero si vemos que podemos hacer lo necesario y que la vida continúa, y vamos pensando (imaginando o planificando) posibles soluciones, se minimiza el problema y, por tanto, los síntomas de la fase-ca (el cansancio). Los pensamientos traicioneros: la desvalorización, son sólo el síntoma psíquico de tener este programa activado, no la causa del problema, por lo que no hay que hacer tratamiento psicológico. La causa fue que algo pasó que no pudimos prever, pero no es falta de autoestima. Es decir, no tenemos que hacer caso a estos pensamientos sino “actuar”, tomar determinaciones, hacer algo, pero sin sobre exigirse nada físicamente ni mentalmente.

Porque mientras no se dé un cambio que nos permita solucionar, lo único que se puede hacer es no empeorar las cosas. No obstante, si vemos que cada vez estamos más cansados, porque por ahora no le encontramos solución a la situación, tenemos una ayuda posible: tomar mapurito, pero sabiendo que esto no es un remedio sino un tratamiento sintomático y temporal hasta que encontremos una solución o esta aparezca por si sola.

[1] Llamada enfermedad de Addison o insuficiencia suprarrenal “primaria” (por hiposecreción de la suprrarrrenal; que ahora sabemos es por disminución de su tejido).

Conflicto-lisis (solución del conflicto “biológico” cuando se soluciona el existencial).

Cuando haya un cambio, cuando pase algo que nos haga ver que hay un camino que tomar, que todo recobra un sentido, cuando sintamos eso (porque la situación conflictual ha desaparecido), entonces en nuestra biología se dará la “conflictolisis” y el programa pasará a su fase-pcl. Esta solución de conflicto “biológico” no es una cosa que hagamos nosotros conscientemente, ni con una terapia, es algo que ocurre en nuestra biología cuando el conflicto “vivencial” desaparece, es decir cuando haya el cambio necesario en nuestras vidas y dejemos de tener ese problema.

Fase de reparación o pcl

Pcl-a

Después de la conflictolisis es cuándo tendremos que saber exactamente lo que pasará para que nuestra mente no nos juegue malas jugadas. Porque en una primera fase hay una insuficiencia suprarrenal aguda (disminuye aún más la función suprarrenal porque tanto el edema cerebral como la inflamación local necesaria para que la glándula se recomponga, hacen que produzcamos menos hormona cortisol y aparezca, de repente, gran cansancio, mayor que el de antes). Si tenemos miedo al cansancio extremo que tenemos ahora, porque no sabemos lo que pasa y que nos vamos a curar, sino que creemos que no tiene cura, entonces podemos entrar en pánico. Sin embargo, si sabemos que es lo biológico y, sobre todo, que va a ser temporal, simplemente tendremos que solucionar los inconvenientes de ese gran cansancio hasta que vayamos mejorando (es la convalecencia previa al inicio de la curación).

Necesitaremos días o semanas de mucho descanso, por un tiempo proporcional a la intensidad y duración que tuvo la anterior fase con el conflicto sin resolver. En esta primera fase de reparación, que llamamos pcl-a hay tensión arterial baja, con hipovolemia y desequilibrio hidroelectrolítico (tenemos que cuidar de no deshidratarnos, incluso podremos tomar agua de mar), menor glucosa en sangre (tenemos que cuidar de comer lo suficiente), y nos sentiremos aletargados, también puede haber fiebre. Ayuda mucho poner frio en cabeza (sobre todo en las horas de mayor vagotonía: entre 6 p.m. y 6 a.m.), agua de limón para hacer las pocas actividades físicas que podamos hacer a medio día y, sobre todo en esta fase, podemos complementarlo (si disponemos de ello) tomando el “remedio sintomático” mientras no haya “más remedio”.

Pcl-b

Luego de días o semanas empezaremos a notar mejoría, es más, hasta tendremos más energía que en cualquier otro tipo de programa en fase pcl. Ello es porque hay relleno de las necrosis (que tuvo la glándula en la fase activa) y se forma un crecimiento suprarrenal (que Hamer llama quiste, no sé muy bien porqué, pues es sólido) y se empieza a segregar más cortisol (y aldosterona). Por lo que, a pesar de la vagotonía, la producción de cortisol aumentada que, con la acción conjugada de la glándula pituitaria, nos da las capacidades para ya poder actuar, incluso más que antes de estar enfermos, porque ahora tendremos hipercortisolismo un tiempo largo (lo que la medicina ortodoxa llama Sd. De Cushing y no sabe por qué es).

Normotonía

Finalmente, ello se irá normalizando y habremos conseguido un estado de mayor fortaleza, que será incluso mejor que el que teníamos antes de haber tenido el problema vivencial, pues tendremos una corteza suprarrenal más grande y efectiva. NOTA: se queda más grande o se ve una tumoración añadida, pero no es maligno. Es decir, si tuviéramos un nuevo problema similar estaremos menos fácilmente tan cansados como estuvimos esta vez y podremos resolver la situación más fácilmente.

Es decir, la naturaleza nos ayudó finalmente a ser más aptos, cosa que siempre pasa después de superar cualquier programa biológico, no solo este. Pues en eso consiste a nivel biológico lo que nos pasa en esta vida y que creemos enfermedades.

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